Un tedio sigiloso a raíz de una amistad.. que tan pocas cosquillas me alcanzaba a generar. Un tonto se conforma con un pájaro a su merced, yo faltándole a esa norma porque siempre quiero cien. Premio a la perseverancia: Tus dotes me adjudiqué.. Sectario de tu elegancia, fui feliz aquella vez. Es que hay fuegos que no logran extinguirse. O aquel, no pudo, al menos, y será que yo no quise. Me convierto en represor de mis impulsos, se me distorsiona el pulso y se hace ausente, por un rato, mi respiración. Son enfectos razonables por
saber que lo mismo sentís cuando me mirás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario